El Comité Internacional para la Defensa de la Libertad y la Sociedad Civil no ve otra manera de poner fin a la agresión rusa contra Ucrania que obligar a Rusia a la paz mediante la fuerza de las armas y las sanciones. El agresor debe ser castigado plenamente por su ataque, sin recibir ninguna compensación. La víctima no debe ser castigada, sino indemnizada por todos los daños causados por la guerra a expensas del agresor. Todos estos son requisitos elementales de lógica y sentido común.
Por supuesto, no se puede hablar de reconocimiento internacional de los territorios ocupados por Rusia. Tampoco se puede discutir el levantamiento de las sanciones hasta que las tropas rusas se hayan retirado completamente del territorio ucraniano y Rusia haya compensado plenamente a Ucrania por los daños causados.
El Comité Internacional para la Defensa de la Libertad y la Sociedad Civil cree que el agresor, no la víctima, debe ser castigado. Por lo tanto, no se deben aplicar restricciones al tamaño del ejército ni prohibiciones a la posesión de ciertos tipos de armas a Ucrania. Es absolutamente evidente que tales restricciones deben aplicarse a Rusia. El derecho de Ucrania a unirse a cualquier alianza —la OTAN, la Unión Europea, etc.— no puede restringirse.
Esta agresión debería servir de ejemplo para que el mundo civilizado comprenda el peligro que representa Rusia en su forma actual. Las sanciones no deben levantarse hasta que cambie el régimen en Rusia. Además, deben reforzarse radicalmente para destruir la base económica del imperialismo ruso. La ayuda militar a Ucrania también debe incrementarse drásticamente, ya que la única manera posible de poner fin a esta guerra de forma justa es que Ucrania derrote al agresor.
El texto original del documento en ruso está disponible aquí: https://civilguard.arbat.name/?p=306